APHIDIUS ERVI Haliday 1834 » Himenóptero de la familia Braconidae, originario de Europa, parasitoide de Macrosiphum euphorbiae (pulgón verde de la patata, berenjena, tomate, etc.), de Aulacorthum solani (pulgón de la patata) y de otros pulgones que se establecen sobre cultivos de berenjena, fresa, gerbera, judía, patata, pepino, pimiento, rosal, tomate, etc. en invernadero. Las hembras adultas de este bracónido son pequeñas avispitas de 4-5 mm de longitud, de cuerpo negro y delgado con patas marrones y antenas largas. Son capaces de controlar los pulgones citados cuando su densidad es baja; la hembra los busca, cuando encuentra un pulgón adecuado dobla el abdomen entre sus patas delanteras e inserta un huevo en su interior. Hasta que eclosiona el huevo del parasitoide, el pulgón parasitado sigue comiendo y segregando melaza y, los adultos, produciendo descendencia. La larva del bracónido se alimenta de los tejidos y órganos internos del individuo parasitado y, al llegar a su completo desarrollo (ya muerto el pulgón), teje un capullo en su interior. A esta fase se la conoce como "momia" y tiene el aspecto de un pulgón hinchado, correoso, de color gris o marrón; estas momias resultan ser un índice visual que nos permite saber el grado en el que el parasitoide se ha establecido en el cultivo. De la momia emerge un nuevo adulto a través de un orificio redondo al cual, generalmente, queda fijado el opérculo (tapa). Una hembra, a lo largo de su vida de unas 3 semanas, pondrá más de 350 huevos; durante la primera semana unos 200, pudiendo poner en un solo día hasta 55 huevos. La vida de este bracónido decrece con la elevación de la temperatura: a 14 ºC es de unos 26 días, a 20 ºC es de 13.5 días mientras que a 23 ºC es de unos 12 días, por otra parte, pierde su actividad cuando la temperatura supera los 30 ºC. Es muy efectivo en las tareas de búsqueda, volando bien a temperaturas bajas, y siendo tal el pánico que produce su presencia en las colonias de pulgones que muchos de ellos se dejan caer al suelo donde la mayoría muere. Su empleo es interesante para prevenir el establecimiento de la plaga. Infestaciones incipientes pueden controlarse en combinación con el cecidómido Aphidoletes aphidimyza; en caso de infestaciones más avanzadas se aconseja la mariquita Adalia bipunctata.
Se presenta en botellas de 100 ml con 250 momias en alforfón. Es importante asegurar que el material permanece una semana en su lugar de introducción. Dosis: aplicación preventiva, 0.15 ind./m2 con sueltas semanales (con cada botella se pueden controlar 1,650 m2); aplicación curativa baja, 0.5 ind./m2, un mínimo de 3 introducciones semanales (con cada botella se pueden controlar 500 m2); aplicación curativa alta, 0.5 ind./m2, un mínimo de 6 introducciones cada 3 días (con cada botella se pueden controlar 500 m2). Generalmente se suelta el insecto auxiliar desde la primera presencia de los áfidos; por eso es muy importante detectar los focos a tiempo y actuar inmediatamente. Se suelta Aphidius ervi semanalmente a 0.5-2 ind/m²(dependiendo del cultivo) en y alrededor de los focos hasta alcanzar un equilibrio. En caso de duda, discutir la estrategia exacta con su consejero técnico.
ERVIPAR, Koppert.