Llega la primavera, y los rayos de sol ponen en actividad una pequeña mariposa oscura que revolotea sobre los primeros capullos recién abiertos de los geranios de jardín. Se trata de la mariposa de los geranios, Cacyreus marshalli (Butler, 1898). Ha pasado el invierno tanto en estado adulto (mariposa) como en estado larvario. Como los adultos invernantes apenas se mueven y las larvas están generalmente dentro de los tallos y los rebrotes, en invierno la plaga suele pasar inadvertida. Pero pronto dará MMMmuestras de su virulencia.

Esta plaga era desconocida en Europa hasta finales de los 80. Procede de Sudáfrica. Se introdujo en Mallorca de forma probablemente accidental junto con esquejes de geranios no sometidos a un estricto control fitosanitario. Hoy en día está extendida por casi toda España, y se ha vuelto muy común. El riesgo para los geranios no viene sólo de la acción mecánica producida por la larva (que vacía el tallo) y a la química producida por la presencia de las heces, sino también porque favorece la implatación de bacterias y hongos perjudiciales.

Puesta: El huevo, de color blanco, es muy pequeño y pasa fácilmente inadvertido. Es puesto generalmente en la parte inferior de las flores (en el cáliz o en el pedicelo).

MMLa larva, bastante rechoncha y recubierta de finas setas blanquecinas, es verdosa, con tres bandas logitudinales rosáceas (una dorsal y dos laterales) y, a veces, manchas blanquecino-verdosas dorsales transversales en cada segmento. Penetra en el interior del capullo floral a poco de nacer, dejando un orificio característico. De allí pasa al pedúnculo de la inflorescencia. En sus últimos estadíos sale al exterior donde se la puede encontrar fácilmente devorando capullos, flores o más raramente hojas. La coloración de las larvas, críptica, las disimula bien entre las flores de los geranios (lo que también ocurre con las pupas).

MMLa pupa es de aspecto similar a la oruga, y se asemeja a un capullo floral de la planta hospedante. En el adulto destacan las alas pardas oscuras por su cara superior y grisáceas, con veteados pardos, por la inferior. Las alas posteriores portan unas cortas colas. La envergadura alar media oscila alrededor de los 15 - 28 mm, siendo algo mayores y pesadas las hembras. Esta mariposa dedica gran parte de su tiempo a revolotear sobre las matas de su planta hospedante, generalmente a escasa altura.

Presenta generaciones sucesivas a lo largo del año, aunque el desarrollo se ralentiza, y hasta se detiene, en los meses más fríos. En las condiciones del centro de España puede tener 3-4 generaciones al año, mientras en el sur y en la costa puede tener 6 o más.

Las plantas hospedantes son geranios del género Pelargonium (‘pelargonios’). La variedad zonale es la preferida, seguida de la peltatum (‘gitanillas’). Las variedades capitatum y grandiflora parecen ser menos atrayentes como sustrato para la puesta.

MMNormalmente se descubre la plaga por la presencia de los orificios de entrada de las larvas en los capullos florales y por la marchitez de los tallos y hojas donde éstas se refugian. Sobre todo quedan afectadas las partes terminales de los brotes, que se secan. Las inflorescencias presentan un aspecto pobre, con flores que no llegan a abrir y otras que se desarrollan menos de lo normal, y con capullos huecos y secos. Otras inflorescencias se secan totalmente, quedando únicamente el pedúnculo seco. Plantas muy atacadas muestran una gran proporción de hojas y tallos secos o marchitos; las hojas pueden presentar agujeros de mayor o menor tamaño producidos por las mordeduras, localizados sobre todo hacia la base. En casos extremos la planta hospedante se seca y muere.
MDe momento no se conoce un tratamiento que sea efectivo contra esta plaga. Sin embargo, y aunque es de hecho ya una plaga importante de los geranios, hay que reconocer que todavía no representa una amenaza seria para el comercio de estas plantas (dado el control a que están sometidos las plantas y los esquejes en los centros de reproducción y en los viveros). Aun así, debido a la alta capacidad de dispersión de los adultos y de su extrema habilidad para recolonizar macetas y parterres de donde se había erradicado previamente, existe un grave peligro de que llegue a afectar seriamente y de forma persistente la sanidad y el buen aspecto de los jardines donde haya geranios, con la subsiguiente sustitución de éstos por otro tipo de plantas.

Ello puede suponer graves pérdidas económicas al sector. No debe olvidarse que el mercado del geranio es el de mayor importancia, en cuanto a volumen de capital movilizado, de todas las plantas ornamentales españolas.